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  Gruta de San pedro  En el lugar se tejen varias leyendas que tratan de explicar la existencia de pasadizos secretos. Algunos dicen que son conexiones entre el Cuzco y Sorata, que usaban en la época del Incario para transportar oro. La gruta alberga una laguna rodeada de formaciones rocosas de cuarzos y estalactitas. Ingreso 10 Bs. (1,44 USD) nacionales / 20 Bs. (2,87 USD) extranjeros Pinturas rupestres en Take Kala Un lugar que puedes visitar después de la gruta de San Pedro es Take Kala, tiene unas vistas preciosas y aquí también se pueden probar los licores artesanales de un emprendimiento local. Las pinturas rupestres son de la cultura Mollo y son muy interesantes, las leyendas que tiene el lugar. 5 Bs. (0,72 USD) el ingreso con cata de licores incluida.

Killi Killi es el sitio ideal para contemplar la ciudad de La Paz en 360° El Mirador de Killi-Killi es considerado el mejor mirador panorámico de la Paz en Bolivia.  En 20 minutos subiendo a pie desde el monumento a Murillo, en el centro de la ciudad,  se llega a este observatorio en la parte más elevada del barrio Villa Pabón, en la cima del cerro Santa Bárbara. Desde este punto se pueden contemplar vistas panorámicas de 360º de la ciudad,  así como del nevado de Huayna Potosí y otras montañas. En el mirador verás un arco de piedra hermosamente tallado como símbolo del lugar. Este punto de observación está lleno de historia de la ciudad, aún antes de la Conquista. Desde aquí la ciudad se defendió de los ataques de los indígenas en 1781. El nombre de Killi Killi se deriva de un ave de rapiña pequeña de la zona. Cabe mencionar que  el mirador queda a 4000 metros sobre el nivel del mar,  lo que incide en la disponibilidad de oxígeno para la respiración, por lo que...

El bosquecillo o mirador de Auquisamaña se encuentra en la zona Sur de la ciudad de La Paz, este mirador es uno de los pocos miradores conocidos en esta zona ya que se destaca por su vegetación. “Es una apacheta (lugar sagrado) porque las montañas, según la cultura aymara, son lugares animados y energéticos donde residen los achachilas (deidades encarnadas en la naturaleza)”, explica el antropólogo Carlos Ostermann. Agrega que hay montañas como la de Munaypata, el Montículo y ésta (Auquisamaña) desde donde se tiene una visión muy amplia y directa, por lo que son elegidos para realizar ofrendas a la tierra. “En el caso del bosquecillo de Auquisamaña, el significado de su nombre se tradujo en principio como el sitio donde descansan los ancianos, pero en realidad otros cronistas especificaban que significa lugar con energía especial, que recarga la de aquellos que lo visiten”, cuenta. El antropólogo resalta que al ser una apacheta se constituía en un espacio mágico y sagrado para reponer ...